“No tengo plata, pero quiero protestar llamativamente para desestupidizar a estos tacneños idiotas y vean la realidad del mundo. Las millas de niños muertos, tienen que afectarnos; o es que este pedazo de tierra patriótico pare indolentes”
Algo así pensaba en el 2008. Con 23 años encima, embriagándome felizmente a diario (espero que haya sido así), como un digno universitario de la Rica Yorsh (UNJBG), ya enamorado del periodismo, otro motivo más para embriagarme, tertuliando con Fredo sobre todo, viendo como este país envenenado se iba a la mierda; sí, nos venimos yendo a la mierda desde hace décadas. Es nuestro modus operandi.
Tomé un polo viejo, le dije a Fredo, “mierda huevón, no podemos tolerar esto, tenemos que decir algo todos los días, ¡ESTÁN MATANDO NIÑOS! descaradamente” le corté las mangas al polo, muy desastrosamente, él imprimió unas hojas con los niños muertos por los ataques de Israel sobre la Franja de Gaza. Me dijo que su impresora estaba mala y sacaba los colores desentonados; Le dije que era mejor porque eso le da un toque de realismo.
Recuerdo que ese tiempo pensamos algo como “unos misios protestantes que no se pueden mandar a hacer polos ni tienen plata para imprimir bien tienen más conciencia que los tacneños netos, o aymaras netos o descendientes de plebiscitarios o cualquier otro huevonazo que se cree machito en esta pequeña tacnita”.
Éramos; Somos y seremos unos iconoclastas.
Y así estuvimos protestando todos los días. Nuestra marcha era diariamente por dos semanas, camino a la radio, camino a la universidad, camino a los bares de la Rica Yorch, camino a nuestras citas amatorias.
Lo genial y hermoso, sobre todo hermoso de esto; es que las personas nos detenían en la calle a preguntarnos el motivo de nuestra protesta, parecía que dábamos discursos en la universidad rodeados de personas. Fredo por un lado, yo por otro.
Increíble pensaba; recuerdo claramente la siguiente reflexión: “la gente no sabe una mierda de esto”
Así protestamos. Éramos dos periodistas, dos tacneños protestando contra el asesinato de niños en la Franja de Gaza, al otro lado del mundo, bajo la vista complaciente del mundo (Israel y Estados Unidos) y no nos importaba si nadie lo sabía en la tacnita “orgullosa”.
No recuerdo que nadie se haya pronunciado al respecto en ese tiempo. Nosotros sí. Estuvimos alrededor de 3 semanas con ese polo. Recuerdo que comenzaba deteriorarse la impresión de las hojas bond pegadas, y a veces, engrampada en el polo.
Hoy, esta foto, nuestra foto; cortesía de un indescifrable amigo Cañita, el periodista Jesús Velásquez; me recuerda que sigo protestando, me recuerda que, no sólo Perú se sigue yendo a la mierda, sino que el mundo es nuestro mentor. Cuando digo mundo hablo de Estados Unidos.
¡BASTA DE MATAR NIÑOS! en cualquier parte del planeta tierra y llamarle a esos ataques eufemísticamente: fuego amigo, fuego aliado a estos crímenes contra la humanidad.