El crimen organizado apoya, trabaja, vive en la corrupción. El crimen organizado se pasea en el Poder Judicial y en el Poder ejecutivo peruano por ejemplo.
Figúrense esta escena; un líder del crimen organizado en Perú observa que hay criminales en el congreso que no son apresados (violadores, narcos, ladrones, etcétera); observa también que los policías y militares asesinan y no son apresados; ve que la presidente y su primer ministro son cómplices en estos asesinatos de peruanos que protestan contra la corrupción que no es aislada; sino que es una corrupción orquestada con la autoridad; y NO PASA NADA.
Los partidos políticos son organizaciones criminales que trabajan con el crimen organizado informal en Perú. Hemos llegado al crimen organizado formal y al crimen organizado informal.
Los militares y policías peruanos, en casi su totalidad, son una organización criminal que trabajan en el estado. No se quejen que la ciudadanía no los apoye cuando no los legitime o cuando salga un grupo que reclama violencia legítima contra el poder legal, como pueden ser los Antauristas.
¿Quién no podría estar en contra de los policías y militares asesinos; estos últimos asesinos de jóvenes peruanos legítimamente protestantes?
Es preocupante.
A estas alturas, a nivel mundial, se ha identificado que el problema en Ecuador se dio porque el Estado quiso tomar el control de los penales. ¿Cómo es eso que los delincuentes tienen el control de los penales?. Sí lo tienen. En Ecuador actualmente y también en Venezuela con Tocorón (están intentando remediarlo también).
Aquí en Perú, sabemos que el crimen opera desde las cárceles y eso es algo normal.
Las cárceles no cumplen su función esencial: rehabilitar a los presos. Latinoamérica en mayoría cree que el delincuente tiene que sufrir con golpes, humillaciones, vejaciones y que a golpes cambiarán; y por qué no matándolos. Claro, la sociedad los crea y nadie quiere ser responsable. Es un pensamiento retrograda, bárbaro. Clásico de los seres humanos despreciables.
Con la experiencia que Perú tiene en terrorismo podemos hacer abismales señalamientos.
Aquí en Perú una variedad de grupos de peruanos que se organizaron y varios se alzaron en armas por el abuso, político, policial y militar contra peruanos: “nos mataban”.
Estos grupos eran varios, el lema claramente podría haber sido “sálvense quien pueda”. Existió el grupo más sanguinario de América Latina y por qué no de otros continentes, Sendero Luminoso que arrasaba con todo vida humana que no lo apoyara. Del otro lado el terrorismo de estado también existió.
También estaban los grupos subversivos que tenían objetivos y métodos diferentes a los de Sendero Luminoso, pero tambien creaban terror.
Y estaban la sociedad civil organizada que tenía que armarse y defenderse de los anteriores porque se mataban entre ellos por el poder y en medio estaban los inocentes, que tambien eran asesinados por el terrorismo de estos bandos. Por ejemplo las rondas campesinas.
De ahí a que el derecho internacional, legítimamente, convencionalmente, hable de estos hechos como conflictos armados internos o conflictos armados no internacionales.
Ecuador no es un fenómeno. Se pudo predecir.
“El surgimiento de Sendero Luminoso” de Ivan Degregori te explica claramente que cuando los abusos son de parte del estado corrupto, desatención del estado; ahora le sumamos el crimen organizado; la sociedad está en el legítimo derecho a defenderse. Lo dice nuestra constitución y sobre todo nuestra naturaleza humana.
Fuerza Ecuador.