Música trova, música protestante. Su voz representante de melancolía y nostalgia, casi tragedia griega. Pero de letra de espada sin empuñadura que saca sangre por donde la agarres.
Mercedes Sosa, de 74 años, falleció al amanecer del domingo en un hospital de Buenos Aires.
A lo largo de sus 60 años de carrera, la “Negra Sosa” se había convertido en un icono de la música argentina y en un símbolo del compromiso social para varias generaciones de latinoamericanos que sufrieron las dictaduras de las décadas de los 70 y 80.
Era común que fuera censurada en la radios oficiales debido a la reforma radical que imponía por medio de sus canciones frente a la represión social que se vivía en ese momento en la República Argentina.
En su biografía está:
En 1979 se publicó "Serenata para la tierra de uno", en medio de la violencia seguía cantándole a la vida. Pero el hostigamiento fue insoportable: luego de ser durante un concierto en la ciudad de La Plata, junto a 350 espectadores, debió exiliarse. Primero vivió en París y al año siguiente, en 1980, se instaló en Madrid. Sin duda, un hito en su carrera se dio en el Vaticano, con un concierto donde pidió por la paz en Medio Oriente en 1994.
Pero algunos dirán que ella sólo cantaba, pero qué manera de cantar. Gracias a esta canción la conocí.
Luego la escucho cantando esta super canción junto a Charly García: