¡Carajo, resulta que ahora las turbas mandan aquí! Tanto miedo a ellas sólo ha logrado envalentonarlas.
Escribe Aldo Mariáteguí en su columna; refiriéndose al muerto en Chumvibilcas.
No duda cabe que Aldito escribió esa columna con cólera, pero el culpa al pueblo de Chumbivilcas y prefiere la fuerza al diálogo:
Se debe mandar al Ejército allí si es inevitable, se deben imponer todas las medidas necesarias -hasta el toque de queda- y se debe arrestar a los dirigentes por atentar contra la salud y la vida de ese policía. Ya estuvo bueno tanto despelote.
Pero preguntémonos quién permite que los problemas lleguen a consecuencias trágicas, no es el gobierno acaso que no soluciona los problemas con anticipación. No olvidemos que el presidente de la república reconoció que faltó diálogo en la amazonía. O sea, la amazonía protesto con justa razón.