Es increible, pero esperable. Los virus informáticos contaminan el medio ambiente:
la suma de esos 'correos no deseados’ supone “un gasto energético de 33 mil millones de kilovatios por hora a lo largo de todo un año, una cantidad de electricidad que podría abastecer a 2.4 millones de hogares”. Su contaminación no solo equivaldría a la producida por 3.1 millones de vehículos, sino que, además, resultaría inútil en el 80% de los casos (en el mío, el 100%) pues los receptores los borran de inmediato.