lunes, 30 de marzo de 2009

MENTIRA, ESTÁS DESNUDA

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Tardamos más tiempo en decir una mentira que en contar la verdad.

Un equipo de investigadores británicos ha hecho este descubrimiento.
Según los expertos, una persona normal dice tres mentiras en una conversación de diez minutos, a lo que hay que añadir un buen puñado de omisiones, faroles y exageraciones sin importancia. Sin embargo, los interlocutores solo detectan las mentiras en un 54% de las ocasiones.

O sea, que la mentira de nuestros políticos peruanos es cada vez más sofiscticada e indetectable.

Esta bien, nadie jamás podrá decir la verdad inmutable ya que no existe, todos mienten, pero luego se dan cuenta. Lo importante es la justificación que le pretendemos dar a las cosas. Hay muchas cuestiones que defender, y la argumentación usualmente no es la que piensas. Es decir, mientes sin querer. Claro la mentira es natural al hombre moderno, es una especie de autodefensa, la llevamos en los genes, tenemos que sobrevivir socialmente también.
No es una apología a mentira, pero sucede que a veces no quieres mentir, decir lo contrario a lo que sabes, pero lo mencionas por sembrar duda, y quizás, luego la corriges.
Los mitómanos están enfermos, al parecer, pero qué sucede con las mentiras no tan mentiras.
No soy un ser humano, no es mentira, ser humano es ser racional, pero ¿cada cuánto somos racionales? ¿parece razonable destruir el planeta y no hacer nada?
Somos tres en uno, lo que pensamos, lo que decimos y lo que pensamos, la mentira es inevitable según la definición de MENTIRA académica.
Y finalmente, los historiadores, los cuentistas, los novelistas que inventan realidades a sabiendas de lo que se dice no es conforme a la realidad.