No es odio señores. Puede haber asco, repulsión, desprecio, tristeza, vergüenza. Donde no le deseas el mal (característica del odio) , sino; justicia y tal vez unas almorranas y una gripe, por lo menos en la cúpula de los temerosos (ahora) políticos elegidos.
Es
curioso, no he leído en ningún párrafo palabra escrita que diga
"odio" a favor de Fujimori. Así directamente no. Porque odiarlo sería
los más fácil y primitivo a sentir. Mi teoría es que los fujimoristas se
proyectan en otros, porque lo que realmente sienten es odio y hasta quizás
impotencia, pero no una impotencia cualquiera; una impotencia del choro o del
corrupto. Porque, ojo, un corrupto también siente impotencia cuando sus
fechorías no se realizan. Los fujimoristas odian porque no pueden comprender o
les cansa profundizar y agudizar pensamientos. Odiar es lo más simple. Esto es
diferente.
A Fujimori le gustaría que lo odiemos quizás, le conviene políticamente para
mostrarse como la víctima. O sea, de entrada nomás; se presenta con sus sellos
que son garantía que es un Fujimori reincidente: psicosociales y cortinas de
humo con la TÉCNICA DEL ENFERMITO; lo cual es abyecto. Laura Bozzo parece que
quiere regresar por cierto.
Odio
es una palabra muy fuerte que usan fácilmente aquellos que no comprenden un
sentimiento tan intenso irracional y descontrolado, donde le deseas el mal a la
persona. Lo de Fujimori es racional y controlado al punto de tener una
fundamentación jurídica legal y sobre todo es un reclamo e indignación
legítima. Y no es para menos, han liberado a un dictador, un golpista y para
concha : ilegalmente. Como lo menciona Alberto Vergara, no es una simple
concha; es una CONCHA HISTÓRICA.
No te
puedes reconciliarte con el mafioso que no se arrepiente; con el criminal que
sale de la cárcel cometiendo nuevos delitos. O sea, tira muro. No puedes
reconciliarte con el violador que no ha cambiado y que usa su asociación
ilícita para delinquir para beneficios personales donde los cabecillas son sus
hijos. No puede haber reconciliarte con quien practica canjes
políticos sin importar el país y a quien sólo le interesa personalismos. No
puede haber reconciliación a quien salió de la cárcel
fugándose.
Fujimori
no está libre gracias a la justicia, él se fugó. Y el presidente de la
República del Perú fue su cómplice. Claro; ellos le llaman indulto, pero
realmente fue una fuga. Y todos los que respaldan su fuga, son cómplices.
Fujimori
es un prófugo, pero que no se corre. O sea, casi casi un delincuente que
pareciera pretende reincidir. Y ya está iniciando.