domingo, 12 de febrero de 2012

AMAMOS DICIENDO TE ADORO Y ODIAMOS DICIENDO PERRA

Tags
Es incierto. Es mentira o tal vez escribo con envidia y duda. La imagen de dos ancianos calientes fingiendo o quizás sintiendo más la costumbre que amor; trae a mi memoria las veces que alguien dedica la eternidad a su prójimo.

Cuántas veces se ha dicho "para siempre contigo". Entiendan cojonudos que el "contigo" es una unidad de medida. En algunos significa un par de años, en otros más; pero el siempre tiene su final el cual es el final de siempre.

A veces comprendo por qué sentimos un rencor muy parecido al odio en nuestras expresiones en acción o palabra.

Amamos con un TE ADORO, odiamos con un PERRA. Amamos con una CARICIA y odiamos con una INFIDELIDAD.

Se debería llamar bipolar al amor.

Será que el amor esconde al odio y es la máscara que termina cuando el público se va a su casa. Puede ser también que odio y amor son sinónimos, pero de que son familiares estamos seguros. Son casados e infieles entre ellos al mismo tiempo.

El amor y sadomasoquismo son lo mismo. Son almas gemelas. Dejamos la esperanza de que también pueden ser una sola. Son golpe y caricia al mismo tiempo.

Estrangulé a una mujer cuando terminaba de cumplir 11 años, ella de 16; tenía la cara roja. Es uno de mis primeros odios que provocó el amor. O el masoquista como quieran decirlo.

Mientras la agarraba a dos manos yo lloraba como si mi mamá me estuviera pegando, Lizbeth me quería, y también lloraba. Ya cuando el estrangulamiento quería convertirse en ahorcamiento, ya cuando sus cachetes estaban hinchados y ella no podía hablar, y cuando sentí pequeñas convulsiones en su cuello, la solté y me puse a llorar al borde de la cama.

Ella no se levantó de la cama, estaba en silencio. Dejé el lloriqueo; vi su licra monocromática, luego sus piernas y quise pedirle perdón. El amor, odio y sexo caminan juntos. Esa tarde, recorrimos ese sendero.

A veces deseamos el sufrimiento del otro (a) para calmar nuestra cólera y sentir fuerte, atizadamente el amor.

Amar es dejar de odiar. Pero no es fácil odiar. Para mí no lo es. Por eso a veces te odio rápidamente, y eres la única que he odiado con todo mi corazón.