La misma historia de siempre.
Había una vez una minera (Newmont) que se instaló a lado de un río que abastece principalmente a un pueblo (Ticaco) y que está cerca a la frontera con otro país (Bolivia).
Ticaco es un distrito de la provincia de Tarata - Tacna - Perú.
De Ticaco a Tacna hay 70 km aproximadamente (lo dice GoogleEarth) . Los ticaqueños han caminado para llegar hasta la ciudad de Tacna y protestar contra la minera Newmont algo más de 100 kilómetros.
Y ¿Valió la pena?
Igual motivo, pero diferente resultado que Puno. El presidente de turno le dice a una empresa (que tiene antecedentes de contaminación, con documental incluido -NEWMONT) que puede realizar sus actividades en la zona (Decreto Supremo-040-2007 EM) sin consultar al pueblo que sería el principal afectado en caso de contaminación. Para eso está el famosísimo convenio 169 de la OIT).
La consecuencia fue, más de mil personas en las calles protestando contra la minera (aquí más de 80 fotos). Y sólo consiguieron que el presidente regional , que nunca declara, hable. Consiguieron una cita, no con el ministro de Energías y Minas, si no con el viceministro para tres días después. Si no hay un contratiempo claro. Ojo que Puno consiguió que se derogue un Decreto Supremo que puso fin al proyecto minero Santa Ana, que es su símil en Tacna en el caso de la minera Newmont.
Consiguieron nada o casi nada en su marcha donde pasaron frío. En Puno ya no quieren minería a pesar que este año han recibido 231 millones de soles. Tacna recibió 305 millones, o sea que van casi iguales. Ambos han recibido más de 230 millones. Pero Puno dice un no rotundo a la minería. Con Tacna no sucede lo mismo. Tacna se pelea por el canon (cientos de millones) de Southern con Moquegua.
En realidad no queda muy claro el panorama. A la autoridad regional, y a las autoridades municipales les conviene que exista mucha minería pues el aumentar el canon (cientos de millones de soles) pueden desarrollar más obras; también aumenta el peculado inmune, la trafa, la coima y los testaferros.